viernes, 2 de mayo de 2014

ELLAS

Ellas
Os propongo un sutil y artístico coqueteo entre la imagen y el texto: un juego evocador que  estimula sensaciones, suscita recuerdos y permite aflorar nuestros mejores sentimientos. Imágenes del siglo pasado y del actual que son capaces de transmitir la ternura con las que fueron creadas. De nuevo arte y vida se dan la mano en forma de humilde homenaje.
Porque ellas nos dan la vida, nos muestran el camino, nos ayudan a superar las caídas, enjugan nuestras lágrimas y aplauden nuestros logros…
                          Enseñarás
Enseñarás a volar…
pero no volarán tu vuelo.
Enseñarás a soñar…
pero no soñarán tus sueños.
Enseñarás a vivir…
pero no vivirán tu vida.
Enseñarás a cantar…
pero no cantarán tu canción.
Enseñarás a pensar…
pero no pensarán como tú.
Pero sabrás que cada vez que ellos
vuelen, sueñen, vivan, canten y piensen…
¡Estará en ellos la semilla
del camino enseñado y aprendido!

Madre Teresa de Calcuta






Un Interludio. 1907. William Sergeant Kendall.



                                          El Balcón 
¡Madre de los recuerdos! ¡Reina de los amantes! mi gozo, ¡todo mi yugo eres!
En ti revivirán los íntimos instantes
y el sabor del hogar en los atardeceres,
Madre de los recuerdos, ¡Reina de los amantes!          
Las noches que doraba la crepitante lumbre,
las noches del balcón entre un vaho de rosas,
cuán dulce tu regazo, de ardiente mansedumbre
y el frecuente decirnos inolvidables cosas
en noches que doraba la crepitante lumbre.        
¡Oh cuán bellos los soles de las tibias veladas!
¡Qué profundo el espacio! ¡Qué cordial poderío!
Inclinado hacia ti, Reina de las amadas,
respiraba el perfume de tu cuerpo bravío.
                                                                                    Oh cuán bellos los soles de las tibias veladas.        
En redor espesaba la noche su negrura
y entre ella adivinaban mis ojos tus pupilas,
yo libaba tu aliento. ¡Oh veneno! ¡Oh dulzura!
Y tus pies dormitaban en mis manos tranquilas,
y en redor espesaba la noche su negrura.        
¡Es de artistas fijar los minutos del gozo
remirando el ayer sumido en tus rodillas!
¿A qué vano buscar encanto langoroso,
de tu cuerpo y tu alma sino en las maravillas?
Es de artistas fijar los minutos del gozo.            
Juramentos, aromas, besos innumerables:
¿renacerán del vórtice vedado a nuestras sondas
como soles que suben a cielos inefables
después de sumergidos en las amargas ondas?
¡Oh aromas, juramentos! ¡Oh besos                                                                                                              incontables! 
                                                                                     Charles Baudelaire 


               
                           Escenas cotidianas. Antonio G. Capel.


                        Mira a tu espejo y a tu rostro dile
Mira a tu espejo, y a tu rostro dile:
 de formar otro como éste.
Si no renuevas hoy su lozanía,
al mundo engañas y a una madre robas.
¿Quién es la bella del intacto seno
que tu cultivo marital desdeñe?
y ¿quién tan loco para ser la tumba
de un amor egoísta sin futuro?
Tu madre encuentra en ti, que eres su espejo,
la gracia de su abril, su primavera;
así, de tu vejez por las ventanas,
Aunque mustio, verás tu tiempo de oro.
Mas si pasar prefieres sin memoria,
muere solo y tu imagen morirá.
                William Shakespeare


                                                                           
                                                                                                                      





              Zapatitos de papel para bebés. Jennifer Collier.


Simplemente porque una madre sostienen nuestras manos durante algún tiempo, pero nuestros corazones… para siempre.


Luz Mª Rascado del Prado.




1 comentario:

  1. Me encantan los cuadros que has elegido, y el texto precioso como siempre.
    Enhorabuena por el regalo que nos haces todos los sábados Luz.
    Mónica

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