viernes, 21 de febrero de 2014

LA METAMORFOSIS DE LA ESCULTURA

Lectores en el arte por Luz Rascado del Prado

La metamorfosis de la escultura
Conozco un antídoto para esos momentos en que el aburrimiento se apodera de nuestro tiempo y la desgana o la apatía se apropian de nuestra intención. Sin duda, una buena lectura puede evitar que nos desplomemos sobre el sofá o la cama dejando pasar la ocasión para “no  hacer nada. Pero si este remedio no consigue anular nuestro tedio, yo recomiendo salir a la calle, cerrar la puerta y dejarlo atrás.
A veces un simple paseo por nuestra ciudad  puede convertirse en un motivador aliciente si abrimos bien los ojos y permitimos que las ganas de aprender nos acompañen. Como ocurre cuando abrimos un buen libro,un paseo por cualquiera de nuestras urbes puede llegar asorprendernos, ya que casi todas las ciudades y pueblosestán plagadas de rincones llenos de encanto que ni siquiera conocemos o que quizás nunca nos hemos parado a observar. En casi todas las plazas y callejuelas podemos apreciar algún detalle urbano, alguna estatua que nos cuenta una historia. Esculturas que aluden a objetos literarios, estatuas que se alzan homenajeando a grandesescritores, relieves que ensalzan  las vidas de insignes profesores locales, conjuntos escultóricos que evocan un conocido y tierno cuento infantil alguna que otra que nosrecuerda que los ciudadanos anónimos también se dejan llevar por el placer de la lectura. 

Esperanza en Oviedo
Escultura conmemorativa a Johannes Gutenberg en Alemania
Machado leyendo e Soria
Pareja leyendo en Bad Hersfeld Alemania
No pretendo, a través de este consejo, que intentemos analizar la evolución de la escultura urbana desde un punto de vista técnico, pero sí rememorar el tremendo desarrollo que el matrimonio tridimensional entre espacio y volumen - como se refiere Julio González a la escultura- ha experimentado desde que en el S.XIX la escultura pública descendiese al suelo despojándose de su peana.  
Sólo pretendo que disfrutemos y nos percatemos, a través del placer que proporciona un inofensivo paseo, del avance que han supuesto en esta práctica artística, las experiencias de artistas como Augusto Rodín, AristideMaillol o Constantin Brancusi y los experimentos realizados por Picasso, BoccioniTatlin y Gabo entre otros. También han incidido en su paulatina mutación, la incorporación de nuevos materiales y las indagaciones artísticas: desde el ready-made duchampiano, pasando por el objeto surrealista y llegando a las casi inconcebibles instalaciones de  Claes Oldenburg  e intervenciones espaciales de Robert Smithson, Long y Christo & Jeanne- Claude. Todo ello, ha logrado que se produjese lo que hoydenominamos la metamorfosis de la escultura moderna.
Pero continuemos paseando, sigamos andando hacia delante. ¿Por qué no entramos en un Centro de Arte Contemporáneo o visitamos alguno de los variados festivales culturales que se producen cada año en cualquiera de nuestras ciudades (si es que tenemos la suerte de que la crisis nos lo permita)?. Coged de la mano a vuestra pareja, o mejor si tenéis hijos pequeños a los niños, porque indudablemente su mirada es más pura y su mente más limpia de prejuicios bobos. Participad, sin vergüenza, en propuestas como la que hoy os enseño.

“aMazeme” es una instalación de 2.5 m, realizada con más de 250,000 libros. Libros prestados, viejos, nuevos… Un laberinto de libros creado por más de 50 voluntarios que trabajaron durante 5 noches seguidas para preparar esta pieza inspirada en la huella dactilar del escritor Jorge Luis Borges. Fue creada para el Festival of the World de Londres (patrocinado por Mastercard), dentro de la programación cultural paralela a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 por los artistas brasileños Marcos Saboya y Gualter Pupo el público podía recorrer el laberinto y hojear los libros que configuraban la instalación al mismo tiempo.
http://www.youtube.com/watch?v=8_pqelXqCqw
¡Pasead por nuestras ciudadesDisfrutad, aprended, caminad hacia delante siempre… y conseguiréis que la metamorfosis se produzca en vosotros mismos.


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