sábado, 1 de febrero de 2014

LAS MUSAS

Otro sábado más nos recreamos con Lectores en el arte, la sección de la historiadora del arte Luz Rascado del Prado.
Los susurros de la Musa y el Nabismo.
Cualquier forma de expresión artística posee sin duda una función comunicativa. Cuadros, esculturas, películas, composiciones musicales, performances y obras literarias pretenden transmitirnos “algo” que logre despertar en nuestro interior algún tipo de emoción.
El “medio” literario por excelencia, es el libro, y sus más preciadas herramientas son las palabras. Palabras que no solamente revelan contenidos, sino que además tienen la capacidad de provocarnos todo tipo de sensaciones.
Existe una simbólica palabra que al escucharla o leerla genera en mí una sensación de  calma, tranquilidad ydulzura. Es la palabra Musa… un vocablo corto peroenvolvente como una caricia. Ususurro, un soplo llenode sinuosa sonoridad.
Las musas, fuentes de la imprescindible inspiración en el acto creativo, han acompañado desde los inicios de la humanidad a los grandes genios. Los han motivado y enamorado, acariciado y desquiciado. Los han fascinado,cautivado, seducido e incluso abandonado.
¿Qué hubiese sido de Homero, Virgilio, John Milton y Shakespeare sin sus bucólicas Musas?, ¿Y de Luis de Góngora sin Talía?... ¿Qué hubiera hecho Dalí sin Gala o Picasso sin Eva, Olga, Marie-Thérèse, Dora, Françoise, Genevieve o Jacqueline…? Probablemente, no podríamos deleitarnos con las obras maestras de la pintura que hoy disfrutamos colgadas de las paredes de los grandes “Museos”.
Hoy os invito a visitar uno de los más insignes “Templos de las Musas, el Museo Orsay de París, para contemplarel óleo sobre lienzo titulado Las Musas. También conocido como En el parque, fue pintado en 1893 porMaurice Denis, discípulo del gran Gauguin y uno de los más destacados pintores del Simbolismo francés decimonónico.


"Hay que recordar que un cuadro,  antes de ser un caballo de guerra, una mujer desnuda, o alguna otra anécdota, es en primer lugar, una superficie plana cubierta de colores en cierto orden"  (Maurice Denis, 1890)



Denis reinterpreta en esta tela uno de los grandes temas de la mitología clásica, el de las deidades inspiradoras de las ciencias y las artes. Lo hace despojándolas de sus distintivos atributos (no hay cetros, ni puñales, ni coronas florales o de laurel, y tampoco instrumentos musicales) a excepción de los libros. En primer plano, aparecen tres mujeres sentadas (una de ellas, retratada dos veces. EsMarthe, su esposa y Musa inspiradora). Las figuras están en una terraza de Saint-German, en Laye, rodeadas por centenarios castaños que nos remiten al “bosque sagradode las Musas donde están en continuo contacto con la naturaleza.
El Simbolismo surgió como respuesta a la vida material y mecanizada de la era industrial y se forjó como un movimiento lleno de espiritualidad donde el poder de la imaginación y la vuelta a los temas alegóricos, la leyenda, el misticismo y el  sueño, marcaron su producción.  Los miembros del grupo principal del movimiento, se denominaban así mismos “nabis”, que en griego significa “iluminado” o “profeta”  y la “intuition” (introspección e inspiración) se convirtió en su palabra mágica.
En la tela se aprecian perfectamente las características de la pintura Nabí. Libertad en la composición y tratamiento del color: el redescubrimiento de los arabescos románticos en los sinuosos y serpenteantes contornos, la utilización de colores ocres y  pardos y el uso de planos bidimensionales, expansivos y sin profundidad que recuerdan a los gravados japoneses y el arte egipcio.
A lo lejos, en la parte central del cuadro distinguimos a una figura solitaria. ¿Quizás esta figura representa a la décima Musa? ¿Introdujo Denis una Musa adicional a las nueve clásicas para reforzar la fuerza de la idea de la intuición? Dejo la respuesta en el aire, quizás alguna de las Musas me traigan la inspiración suficiente para contestarla…
…ya la oigo. Ya escucho el dulce sonido de la inspiración. La Musa está llegando.

No hay comentarios:

Publicar un comentario